domingo, 19 de enero de 2014
Carta hacia la Luna
Querida Luna,
Estoy de pie, en tu puerta. No recuerdo bien el timbre si era vocal o consonante, solo se que miro arriba, justo al lado de las estrellas estas ahí, sonriente, sin preocupaciones, llena de una frescura incomparable. Así eres tú, a prueba de balas, y todo lo que quiere posarse encima tuyo se resbala. Las palabras no te alcanzan, no se ha inventando una escalera tan alta, y es que a pesar de tu baja estatura estás ahí, siempre arriba.
Te lleno de halagos porque me haz sorprendido. Hace días quisiera hablar contigo, pero estas lejos, muy lejos y cada letra de esta carta va atada a un cohete, que trata de aferrarse a ti de todas las formas posibles. Equivocados, errados, y hasta errantes nos ha tocado vivir así la vida, pues todos nos equivocamos a cada momento. Yo soy humano, tu eres un satélite que está arriba desde su ventana, terminando de alistarse para abrirnos las puertas a la noche, a la felicidad. Eres indecisa, y haz mostrado tu lado más débil, tu inseguridad. Eres una simple mortal, a la cual queremos rescatar, llevarla nuevamente al lugar correcto, dejando de mostrarse de día para aparecer radiante cada noche.
La soledad de un cielo sin estrellas te puede distraer mi querida Luna, pero mira abajo estamos aquí esperándote, listos para celebrar una nueva noche. Ahí va una estrella fugaz, te vemos aferrarte a ella desesperadamente, pero no te equivoques, es solo eso. Es fugaz. Podrá saciar tu deseo, pero no estará ahí siempre, podrá llenarte de lujuria, pero no estará para secarte las lágrimas, podrá dar un espectáculo, pero no te robará una sonrisa eterna. No te equivoques, no te aferres. No es lo que necesitas. No es malo estar sola allá arriba, al contrario, no hay cosa mejor que sanar cualquier herida, y cerrar todo lo pendiente. Termina de sacar el libro del estante, porque cada vez que quieras abrirlo se le caerá una hoja y siempre estará incompleto.
Veo que hoy te resignas a no salir esta noche, que sufres porque sigues sola, pero no lo estas, aquí estamos quienes te añoramos, quienes no te permitimos pensar de manera equivocada y que hagan que pierdas tu brillo y te contamines.
Tu brillo se esta opacando, y veo muchas nubes al llegar, te estas ocultando veo tu necesidad de necesitar, no te desesperes, no te aferres a lo fácil, lo complicado es lo que dura y nos hace más felices, el viento que esperas esta al llegar, no te sigas ocultando detrás de las nubes de tormenta, no dudes en mostrar, vuela más alto no te dejes vencer. Apóyate en lo que te hace sentir segura, tus amigos estamos aquí, soplando para mover las nubes, pues esa estrella fugaz pasa sobre ti llamando tu atención y tu ansiedad. Déjala ir, pues no sirve para nada, es solo un pedazo de roca y mineral pesado a punto de desaparecer, y no tienen ningún valor. No se sabe a donde va exactamente y puede que siga hacia al espacio exterior dejándote en la ruina.
Que las dudas no te persigan, continua por el buen camino sin excusas de lo inexcusable, brilla más fuerte y que esas nubes de tormenta no desplieguen los rayos y truenos que se avecinan, que sea el mar el que rompa la paz cada vez que te acercas y no los tristes ojos que veo en ti.
Luna, no te hacemos adiós porque queremos, queremos que seas mas fuerte y no te hagas la débil. No termines con tu brillos y no opaques el de nadie. Te decimos las cosas porque te queremos y nos preocupamos no queremos acercarnos a un agujero negro que vemos intenta consumirte en la eterna oscuridad. No dañes tu vida, no nos des la espalda, es hora de marcharnos, espero lo entiendas y sepa para que te des cuenta, que la vida no es un juego sino una constante lucha donde lo facil trae consecuencias y lo difícil es así, pero que a la larga te hará ser mejor y más feliz.
Adios Luna, eres una gran compañera, se te extraña y duele saber que escogiste perdernos, hoy ya es casi de día y te veo tenue partir hacia el horizonte, muy terca detrás de esa estrella fugaz, adiós Luna, hasta nunca estrella.
martes, 22 de junio de 2010
¿Y si tu cartera la llevo yo?
lunes, 19 de abril de 2010
¡Mamá, se casan mis amigos!,...
Muchos dirán después de este post te van a mandar a la guillotina, o me quedaré sin amigos, claro, buena parte de mis mejores amigos ya dieron este paso. Y la intención es solo dar mi opinión y basarme en mis amigos que ya dieron este paso. Y va a ser aleccionador espero. (Véase lección 4 al final del post. Pero recién al terminar de leer por favor).
viernes, 16 de abril de 2010
Operación Ratatouille de Huantar: Un invasor en casa.
"A mi papá y los del MRATA. (Léase eme-rata)"
Locación: Jardín trasero de la casa
Hora: 0200 hrs. (Léase cero doscientas)
Operación: Queso fresco 10
- Revisión de armas soldado.
- Sí, mi General.
-¿Uniforme, jeans y polos manga larga anti mordidas?
- Sí, señor.
-¿Botellas de Raid Max Triple Acción, lacrimógenas?
-Cargadas, y listas para usarse, señor.
-¿Escobas afiladas y con cerdas gastadas…para golpes mortales?
- En perfecto estado, señor
- ¿Trapos mojados como trampa mortal? Bien mojados, señor
-¿Bien exprimidos para no mojar el piso, no?
-Sí, mi General.
Lo que parecía una parodia era en verdad el inicio de una larga batalla. Ese General era mi papá. Lo único que tiene de General de repente es la voz, seria y caballeresca, y la mirada seria e imponente y a la que siempre se recurre. Y si lo vemos a la peruana, pues cierta dejadez para algunas aspectos de la vida.
Con el General nunca coincidimos en casi nada. Nunca tuvimos una relación paternal muy estrecha: nunca me llevó a jugar fútbol, no me enseñó a montar bicicleta, ni me ayudó a construir mi primera cometa. Nunca me habló de sexo, menos de drogas, solo supo decir siempre que en su casa le gusta ver orden y limpieza. Es aficionado a las películas de Kung Fu y muchas balas. A mí me gusta “pensar” un poco más, a él le aburre. Somos distintos y a la vez muy parecidos. Siempre queremos tener la razón (según mi mamá y mi novia, por algo nos dicen de tal palo tal astilla). Somos lentos y algo flojos, pero siempre buscamos la perfección en lo que hacemos. Somos bromistas cuando debemos, y serios cuando algo nos incomoda. Llevamos el mismo carácter, y eso nos ha hecho chocar muchas veces. Pero siempre soy yo quien da el brazo a torcer. Él vino de una familia pequeña, hijo único, lo cuál lo encerró en un mundo pequeño, donde siempre fue engreído y casi nunca tuvo que mover un dedo para las labores básicas. Yo tengo un hermano y en estos tiempos ambos ayudábamos en las labores.
Ahí estábamos. Entrando al nuevo territorio enemigo. No era la primera batalla que peleamos juntos, pero ya no teníamos refuerzos. Éramos solo él y yo. Cualquier movimiento podía ser vital para encontrar a este intruso, infiltrado y advenedizo roedor.
– Enemigo a las dos en punto.- dijo el General -Detrás de aquella trinchera.-Debíamos acorralar al enemigo acorde a las órdenes del General. Teníamos que asegurarnos que el intruso esté desarmado y en una posición de improbable escape. Había muchos obstáculos delante, la mesa nueva con sombrilla verde, y por supuesto nuestra parrilla a gas. Cuidadosamente retiramos y acomodamos las cosas, para que estén a nuestro favor.
Los nervios eran inminentes, era una situación de suspenso total. Las cero doscientas no es una buena hora para hacer escándalos, y teníamos que ser precisos en cada ataque.
LA ESTRATEGIA.
Hace poco terminé de jugar Medal of Honor (juego basado en el nefasto Holocausto y las misiones de heroicos soldados para destruir a la armada de Hitler), y tuve muchos sueños en los que me encontraba dentro del juego. Esta vez era una misión real. Tenía armas para escoger. De cada arma dependía el resultado de la misión.
Identificar la posición del enemigo en el escondite.
Encendí la linterna y cuidadosamente empecé a acercarme hacia la posición del enemigo. Avisándole que venía por él. El campo estaba totalmente abierto, una luz blanca muy fuerte alumbraba lo que sería el objetivo. Un ligero movimiento advierte que hemos sido avistados. Es hora de acercarse sin temor.
Cara a cara con el enemigo.
Pude ver la sombra y cada movimiento (al milímetro) que hacía el enemigo. Hasta que mostró su cuerpo y en un instante cruzamos miradas. Un punto negro brillante que, a medida que la luz era más fuerte, se dilataba. Las pulsaciones se hacían cada vez más fuertes y la respiración era incontenible. “Estamos los dos y nadie más, y serás tú quien tendrá que perder”. La luz se apagó. Era hora de continuar.
Sacar del escondite al enemigo: uso de armas químicas.
En una misión del juego tenía que usar gas mostaza y huir antes de que explote el lugar. Era hora de atacar. La linterna pasó a mi bolsillo, y la botella llena de Raid Max estaba en mi mano derecha. El General estaba dispuesto a sumarse al ataque: yo por el flanco derecho, él por el flanco izquierdo. Poco a poco anos acercamos y tuvimos un presentimiento de que el animalejo estaba muy cerca y nos sentía.
A cada paso, me detenía a pensar si era la mejor táctica que podíamos usar. Ya que, si más no me equivoco, el Raid puede crear una reacción agresiva o hacer que el enemigo salga aturdido. La voz de fuego a discreción fue la señal y una nube de gases tóxicos cubrió en un instante el ambiente. ¡Retirada momentánea! Se oían las fuertes quejas del enemigo, unos chillidos fuertes que se fueron apagando para dar paso al contraataque. Él también tenía las armas listas para atacar. Tenia la cola enroscada y la posición de salto era inminente, quería huir, si lo conseguía toda la misión sería un fracaso.
El General tomó la pronta decisión de continuar el ataque. Esta vez cogí dos armas, y fui contra del procedimiento. El general dio la orden de disparar, pero no estaba listo…de pronto estalló la guerra. El disparo de Raid fue ineficaz, el ratón de un brinco terminó con los planes, fallé la segunda oportunidad, el escobazo salió desviado, y el trapo mojado fue un arma insuficiente. El ratón huyó a las 0300 a.m. con rumbo oeste hacia los matorrales del jardín de mamá y no hubo señales, parecía estar aturdido y ciego, pero aún con vida.
MISIÓN FALLIDA.
La expedición fue todo un fracaso, no hubo bajas mortales, pero si heridas.
-Carajo, te dije que lo barrieras con la escoba, y que le tires bien fuerte el trapo.
-Qué querías que haga, te advertí que no dispares el Raid porque ya se estaba escapando.
-Mejor yo me hubiese quedado en tu posición y tú hubieras disparado.
Era tarde, muy tarde, tenía frío, tenía sueño, la moral abajo, y toda una vida para escuchar el mismo reproche. ¿Por qué no puedes hacer algo bien?
Esa misma pregunta la escucho con regularidad ¿Ustedes no?
Esto da como resultado señores la Lección Tres: Si a tu papá le gustan las películas de guerra y a ti te gusta vivirlas en un videojuego, estás por buen camino. Felicitaciones. Condolencias para mí.
PD1. La foto 1 fue una recreación no tan fidedigna de la casería del ratón.
PD2. Me parece que se acerca el aniversario del rescate de la Embajada del Japón, me tocó verla por la tele, y se viene una película, aparentemente interesante. Pero por si las moscas una fotito para refrescar la memoria, de esa misma toma que llenó nuestras vidas cerca de un año.
domingo, 4 de abril de 2010
La distancia infinita y el rompimiento.
"A la persona que cambió mi vida de una manera inimaginable, a un amigo que hizo de la amistad una hermandad".
- ¡Carajo, huevón!, este whisky vale más que tu vida. La bebida no se desperdicia, es un dicho muy popular. Ella fue importante en tu vida y viviste lo mejor, te hizo sentir cosas nuevas, descubrir que la vida en pareja vale. Vale un sacrificio de parte de uno de los dos para que todo se empiece a caer. Si pues amigo, ahora tú te quieres joder la vida, y no dejas de lamentar tus errores, no dejas que las cosas vayan por un nuevo rumbo.
El vaso golpea la mesa, una gota de whisky cae de la boca de mi amigo sobre el pantalón, primero se confunde con la lágrima, y luego él se deja vencer de manera categórica.
Me tocó estar en la posición del amigo muchas veces, últimamente creí que se iba a repetir, pero no fue así (¡Eres lo máximo!). Vivo de un solo ejemplo que la vida me dio, y es la distancia infinita el golpe más duro y difícil de mover, de curar y de sacar adelante.
Distancia infinita, muerte… son sinónimos. Todos los días vemos morir personas en páginas a blanco y negro, hasta en la televisión, yo la he visto en los ojos de las personas, y nada podemos hacer.
Aprieto mi vaso, poco a poco, va subiendo, los hielos casi no existen y se van uniendo a mis labios para desaparecer y hacer de su partida un homenaje al recuerdo. La memoria se llena de imágenes y sensaciones. - ¡Otra vez no, ya vas a empezar!, sentencia mi amigo. Mi mano apunta a la estrella más brillante del cielo, esta noche en mi azotea el cielo está totalmente despejado. - ¿Cuál es la distancia de aquí a la estrella?, pregunto. El no lo duda, - Es una distancia infinita, no seas pendejo.
Hoy día es tu cumpleaños, y la estrella brilla cada día más. El viento camina cerca, y tu perfume a rosas inunda el ambiente. Me detengo frente a ti, y te digo que te amo con toda el alma. Me miras, me besas, coges mi mano y soy feliz. Semanas después te fuiste a un viaje largo. De aquí puedo leer lo que me dices, te fuiste cuando no había chat, menos aun una red social. Pero cada vez te comunicas mejor conmigo. La distancia infinita no pudo con esto, y no te veo, solo te siento, y sé que eres feliz.
Amigo, si tienes que llorar hazlo, confía en que todo va a salir bien, quieres sorprenderla, quieres luchar, sinceramente es inútil. Si ya la cagaste, es mejor no cagarla peor. Pude decir todo eso, pero solo lo observé llorar, y esperar que le diga algo más. He luchado, y perdí siempre, he dejado ir, me han dejado ir, me he burlado, me han burlado, y cual vengador, me han herido y yo salí a herir.
Perdón si alguien salió herido, perdón para las que me hicieron sufrir. Sí, qué fácil. Ahora, y es solo ahora que lo puedo decir y contar. Incluso soy (fui) amigo de algunas chicas de mi pasado, y es (fue) lo más normal. No hay sentimientos de por medio, y nada por el estilo. - No te creo nada huevón. Y pesar que me respondiste de esa manera, yo te dije, que eso si es posible, y que no era una ficción.
He tardado meses en sanar heridas, pero es como si cada una de ellas no dejara ni una marca grabada. Solamente he sacado lo mejor, y recuerdo con cariño todo eso.
-Leí tus lamentos que dejaste en la pizarra la semana pasada, y yo sé que eres más fuerte que eso, tienes cosas que nadie tiene, y eso tiene que hacerte más fuerte cada día. Hay distancias entre lo que más queremos, y si los lazos se rompen, pues al carajo, algo mejor vendrá.
- Un trago más de whisky y me voy, cambiaste la expresión de tu rostro. Colocaste el hielo, tres cubos como siempre y lo serviste sin derramar. Esa fue una gran señal. Sigamos bebiendo, celebremos porque las que rompieron el nexo sean felices, y las que están a la distancia infinita nos cuiden por siempre y nos bendigan.
lunes, 29 de marzo de 2010
¡A la mujer no se le pega! (¿o si?).
“A todas mis amigas y hermanas que mis padres no me dieron, pero que la vida puso en mi camino... Mención especial a una ex amiga de infancia y su hermana menor que dejo una cicatriz por mucho tiempo”.
De manera brusca la caminata nocturna se ve interrumpida. Gritos furibundos y manos volando por los aires. Un golpe en seco deja en silencio la escena. Ningún grito de auxilio, mucho menos una sirena policial que parece más alejarse que llegar al lugar, puede ocultar lo que está pasando. Mi atención se torna al cien por ciento a lo que sucede en ese momento. Una mujer marca desesperadamente tres números que nunca responden, mientras aquel gordo barbón trata de quitarle el celular. La gente comienza a aglomerarse alrededor, pero curiosamente todos son espectadores VIP. Los gritos de auxilio son insuficientes, la gente no reacciona así nomas.
"A las mujeres no se les toca ni con el pétalo de una rosa". Sentado junto a Andrea, abrí los ojos. ¿Dónde estamos?, fue lo que pregunté, ella contestó que ya íbamos cerca de su casa. Del otro lado estaba Jana, la hermana menor de Andrea. De pronto el carro dio una curva cerrada que hizo que todo mi peso dé contra la pequeña Jana. A mis cinco años pensé que era divertido y que todos lo estábamos gozando por los gritos de Andrea, semejantes a los que pegó en la montaña rusa a la que subimos durante su cumpleaños número seis. No bien terminó aquel instante de diversión, sentí sobre mi brazo los pequeños dedos de Jana, luego un apretón sobre mi antebrazo, los dedos de Jana aprisionando con una fuerza descomunal y la de raíz los primeros bellos que ya dejaban de ser rubios.
Lágrimas cayeron hacia la zona de emergencia. El incendio se hizo más incontrolable, algo dentro de mi cobro fuerzas y la tomo de una de sus colas y empezó el samaqueo a vista de los demás niños. Empezaron los gritos, Jana me pellizco nuevamente esta vez con mas fuerzas, solo atine a soltarla y recordar la frase con la que empecé este segundo párrafo. Andrea no me volvió a invitar a su casa, Jana no quiso sentarse cerca de mi, las quejas llegaron a mi mamá y el herido fui yo. Juré nunca mas enfurecer contra una niña o mujer, y creo que la promesa llegó a cumplirse hasta el día de hoy.
Durante muchas caminatas en la calle se encuentran muchas situaciones de pareja, lo cual merece una mención especial, pues me he llevado varias sorpresas. Desde un golpe mortal, un knock out, golpes con objetos contundentes… y la verdad ya nada me sorprende. Cuando uno decide ser el héroe es la cosa más complicada del mundo, el hecho de solo pensarlo ya es joderse la vida. Generalmente suelo ser espectador, y no protagonista, y lo gracioso es que han habido situaciones que ameritan una intervención, pero las variables son tantas que uno no sabe lo que le espera: desde un arma de fuego, a un arma blanca, hasta una pandilla cercana. Y es que solo una vez me tocó salir a defender el honor de una persona querida, y la verdad no me fue mal. Tuve que llegar a la fuerza, cosa que no me enorgullece. Sin embargo,lo más gracioso fue el final, ya que quien recibió las atenciones fue el agresor inicial. Una raya más al tigre. Eso es algo que se logra entender. La compasión por estas personas o puede ser eliminada al cien por ciento, o puede duplicarse con cada golpe que ellos (ellas) reciben.
Miro el reloj, y es hora de dejar la escena, mientras me alejo de aquel transitado lugar, un hombre que dobla la estatura de aquel agresor, se interpone e increpa tranquilidad. "Vete a la mierda, este no es tu problema", la frase culmina con un estruendo, rodillas al piso y manos al rostro. "A las mujeres no se les pega, huevón". Le increpó aquel héroe anónimo al agresor que yacía casi inconsciente. Cayó al piso tratando de ocultar el poco orgullo que quedaba, y los aplausos para aquel caballero fueron apagándose a medida que la distancia se hacía más lejana. Encendí el radio, y pensé ¿La chica habrá recogido los escombros, o abrase ido en el siguiente bus?
Lección uno, mamá me la dijo muchas veces, "A las mujeres no se les pega,…", ¿Estás segura mamá? algunas si que hacen méritos, y aunque ninguna se merece tremendo abuso, respiren con calma, y piensen antes de hacerlo, sobre todo porque en público nunca se sabe lo que puede pasar.